kena86

Para el día siguiente: Mirabel, Dolores y Bruno estaban teniendo otra fiesta de té, bruno platicaba como había dejado de hablar, porque cada vez que decía algo la gente lo tomaba como predicción - era hereditario, no tenía por qué alterarse por su pérdida de pelo -. -shh- pide Dolores concentrándose de pronto- ¿Qué? ¿será…? ¡¿Camilo?!- se levanta rápido, y mientras Mirabel se preguntaba si esto sería costumbre, ambos corrían detrás de ella, salían de casita que incluso parecía sorprendida porque la chica del moño rojo por poco choca con la puerta principal. Las personas por 3ra vez ven a la tranquila Dolores correr como si su vida dependiera de ello, aunque es la segunda vez que Mirabel y Bruno la siguen, algunos o de hecho la mayoría se anima y los sigue. Hay un pequeño grupo, en especial niños alrededor. -Camilo esto no es gracioso, yo soy la Señora Pérez. -exacto Camilo esto no es gracioso- le responda la otra señora Pérez. Algunas personas se notan nerviosas

Abierta la puerta, quedo claro algunas cosas, primero: no era turba, solo eran unas 10 personas a los menos, segundo, solo había 2 antorchas, iluminan mejor que las velas, que era lo que traían la mayoría, solo había un par de personas “enojadas” a quienes de inmediato identifico como padres del joven con quien siente que necesita ayuda, su enojo se supera por la… “vergüenza” … mirabel, ya sabe que pasa. -buenas noches gente de encanto, ¿Qué se les ofrece? - da una sonrisa casi sarcástica. -¡no me des “buenas noches”! ¡Madrigal! ¡sabes lo que hiciste! - responde el señor Rodolfo, padre de Sebastián con su antorcha, y con la carta, pero se echa para atrás, cuando Pepa truena. “Tío Bruno necesita relajarse con sus propias visiones” piensa Mirabel antes de responder - ¿podría ser más específico? - dice todavía con una sonrisa. El señor Rodolfo por fin empezó a tartamudear -tu… emm... le mandaste una carta a Sebastián para que viniera a ti, porque según detectaste algo no

Esa misma mañana, todos se vistieron con sus mejores trajes, julieta tenia las manos inquietas, porque le dijeron que ella no haría nada, el pueblo hará toda la comida, así que la dejaron hacer un pequeño aperitivo de frutas antes de salir al pueblo, entonces escuchan un extraño ruido, miran a todos lados, pero no fue que hasta que llego pepa y su esposo, que vieron lo que causaba el ruido. Pepa tiene… parece una ruana transparente, pero no parece tela porque no absorbe el agua, Mirabel se acerca de inmediato al notar el detalle -¡¿no se moja?! … ¡¿¿no está mojada??!- pregunta sorprendida. -no estoy mojada- dice, tiene una nube negra encima, pero su expresión tranquila, parecía, “no puedo creer esta mierda”. -¿Cómo? ¿Dónde? -¿no puede evitar preguntar? -por primera vez vi hasta el fondo de mi armario y encontré… estas ruanas extrañas, no parecían ropa porque no son de tela, pero por la manera que se ven, lo parecen, decidí probarlo, me irrite al no entender su chiste,

-miren lo que encontré, estaba en una caja bajo mi cama, pero no se nota ¿pueden creerlo? - exclama Dolores sacando una caja con diferentes tipos texturas de orejeras. -wow, deberíamos revisar nuestras habitaciones para ver si encontramos algo más- dice Camilo emocionado -es imposible que yo no me diera cuenta- piensa Isabela. Luisa no dice nada, pero también esta extasiada de la idea. -¿todavia no salen?- Félix está preocupado por su esposa, el clima ha variado más de lo que nunca había visto, lluvia suave, lluvia fuerte, nieve, nublado, soleado, ya está anocheciendo, pero el cielo esta despejado, hubo al menos 15 minutos de tormenta. Fue difícil evitar que Félix entrara al cuarto, para calmar y consolar a su esposa, para sorpresa de todos, Mirabel se mantuvo firme que tenían que hablar entre ellos 4, la confirmación de su don, le elevo la autoestima y la confianza. Lo puso hablar de lo feliz que fue el día de su boda, el huracán solo confirmaba lo emocionaba que

Alma decidió regresar sola, aunque una parte de ella está preocupada por haber dejado a Bruno en la ciudad, ella seguía siendo la matriarca su responsabilidad es preocuparse por toda su familia, y no quiere seguir fallándole a Mirabel. Al abrir la puerta, parece que casita balbucea al moverse como si se estuviera disculpando, lo que le parece extraño, nunca lo ha hecho antes. Sigue, escucha una respiración irregular en la cocina, - ¿Mirabel? -. La joven estaba sentada en el suelo, temblando. - ¡¿Mirabel?! ¿estas bien? ¡háblame! -. -las grietas… son… memorias… feas… memorias… memorias traumáticas… se han acumulado… Mamá se cortó los dedos a propósito… tía Pepa tuvo varios accidentes en sus primeros años con su don… y tú la ignorabas… y el tío Bruno se… el pobre tío Bruno… lo que se hizo el tío bruno- cierra los ojos fuerza y golpeándose la cabeza para desaparecer esas horribles memorias. - ¡Mirabel! ¡para! - no sabe que es peor, que el don de Mirabel parece peor que